Esta, es una de esas recetas de
aprovechamiento que no pueden faltar en tu cuaderno de bitácora gastronómico.
Hay varias recetas en repostería (helados, tocino de cielo,…) que solo precisan
del uso de las yemas de huevo, desechando las claras a mejor vida…o, en el
mejor de los casos, para una tortilla de claras, bien condimentada, ya que la
clara es algo insípida por sí misma.
Debido a la susceptibilidad que
tiene el huevo de echarse a perder una vez lo cascamos, deberíamos tener claro
qué hacer con las claras sobrantes, pero no olvides que estas admiten
congelación. Solo debes removerlas un poco, para que pierda la textura
gelatinosa y meter al congelador en un recipiente hermético apto para
congelación. Para su posterior uso, solo debes pasar el recipiente a la parte
baja del frigorífico durante toda la noche. Al día siguiente úsalas como si
fueran frescas: merengues y tortillas de claras suelen ser los usos más
socorridos.
Sin embargo, yo te propongo un
bizcocho de claras que, además, no lleva demasiada grasa (aceite, en este caso)
ni mucho azúcar. Lo mejor es que receta que seguí me ha permitido saber qué
cantidad de ingredientes hace falta por cada clara…así que podrás guiarte de
esta receta tanto si tienes 3 claras como si son 9. ¿Comenzamos?
INGREDIENTES (para 6 claras)
·
6 claras de huevo
·
120 gr de azúcar (20 gr por cada clara)
·
Sal (un pellizquin por cada clara)
·
50 gr de aceite (8 ml por cada clara)
·
120 gr de harina de simple (20 gr por cada
clara)
·
16 gr de levadura química (2.5 gr por cada
clara)
*Ralladura de limón (opcional)
ELABORACIÓN:
Es muy importante que el bol y la
varilla que vayamos a usar en la
elaboración del bizcocho estén bien limpios y que las claras estén bien frías
para que monten debidamente.
Monta las claras con el azúcar
hasta que estén bien duras y aireadas. Añade el aceite y da un par de vueltas
para integrar y, a continuación, la harina y levadura tamizadas en tres veces,
dando movimientos envolventes hasta integrar todo el conjunto homogéneamente.
Vertemos la mezcla en un molde
engrasado o envuelto en papel sulfurizado para hornear con ventilador a
180-200ºc durante 25-30 minutos o hasta que la superficie este dorada. Pasado
ese tiempo, clava una puntilla de cuchillo en el centro del bizcocho y si sale
limpia, es señal de que ya está en su punto. Saca el molde del horno y deja
enfriar el bizcocho unos 15-20 minutos para desmoldar sin que se rompa.
Si lo vas a calar de almíbar, hazlo
justo después de sacar del horno y dentro del molde; y si lo vas a decorar con
glasa, deja atemperar y preséntalo en el plato final para que la glasa no se
deforme ni rompa al pasar de un plato a otro.
Como ves en la foto, yo lo dejé
al natural. Elige tú como darle el toque final.
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