Hacía
ya mucho tiempo que no cocinaba algo de chocolate. A veces, a uno le faltan
ideas, tiempo o ganas, pero hace un par de semanas cayó en mis manos una revista,
El placer de cocinar, de la que creo que me haré seguidor.
Lo
que más me llamó la atención de esta publicación fueron las fotos. ¡Madre del
amor hermoso! Ahora que estoy empezando a interesarme por la fotografía, me
cuesta no fijarme en las de esta revista, que son espectaculares.
Por
cierto, y ahora que hablamos del tema. Últimamente he intentado incrementar la
calidad de las fotografías en mi blog. ¿Has notado la evolución? ¿Crees que
hace 3 o 4 años las fotos eran del mismo estilo? Lo que no me cabe duda es que
tengo que mejorar la técnica. Seguiré trabajando en este aspecto.
Bueno,
no divaguemos más y vamos a lo que nos ocupa en este momento. Un buen pastel es
una guinda final a una celebración o convite familiar. No hay nada mejor que
reunir a la familia para celebrar que mis padres cumplen una edad redonda: 60
años ella, 70 años él. En mi casa somos de comer dulces, no lo voy a negar, pero
también es verdad que no nos gustan las preparaciones muy empalagosas y
pesadas, así que aunque este pastel es de cacao puro, el contraste con la crema
de queso y la acidez de la frambuesa lo convierte en una preparación bien
equilibrada.
En
la receta original ellos proponen hacerlo en tartaletas individuales, lo cual
conlleva menos tiempo de cocción y menos temperatura. Por ello, yo he tenido
que ajustar mi versión, aumentando la temperatura del horno y el tiempo de
cocción. ¿Te dejas tentar por este caprichoso dulce de chocolate? Pues sigue
leyendo.
NGREDIENTES
(para un molde de 24-26 cm):
- 190 gr de mantequilla
- 70 gr de cacao en polvo
- 165 gr de mermelada
- 225 gr de azúcar
- 3 huevos
- 150 gr de harina de repostería
- ½ cucharadita de bicarbonato
- 2 yemas de huevo
- 115 gr de frambuesas
- 200 gr de queso crema
Para
decorar y acompañar:
- Nata montada y frambuesas al gusto
ELABORACIÓN:
Vamos
a preparar dos mezclas, ya que este pastel será veteado. Antes que nada,
precalienta el horno a 220ºC con ventilador y engrasa el molde. Por un lado,
para el bizcocho de cacao, derrite la mantequilla y diluye el cacao en ella
hasta formar una crema homogénea. Esto lo harás al fuego y en un cazo, sin
parar de remover, evitando así que se formen grumos y se queme el cacao. Cuando
tengas lista la crema, agrega la mermelada, la mitad del azúcar y los huevos
ligeramente batidos. Remueve con energía para que los huevos se integren y no
cuajen con el calor de la crema. Incorpora la harina con el bicarbonato tamizado
de tres veces, para que se integre sin apelmazar la mezcla final. Por último,
vierte la preparación en el molde engrasado. Reserva mientras preparas la crema
de queso.
Por
otro lado, en tu robot de cocina habitual, mezcla la crema de queso con el
resto del azúcar hasta que quede una mezcla uniforme y lisa y, luego con una
espátula, mezclas las frambuesas. No la remuevas demasiado para que no se
destrocen las frambuesas y una vez horneada la tarta, se noten dentro los
trocitos de fruta.
Ahora,
vierte esta mezcla en el centro del molde donde está la crema de cacao y, con
una brocheta de madera o un cuchillo, haz unos trazos para mezclar a grosso modo ambas preparaciones para
conseguir la típica veta del marmolado.
Mete
al horno y cocina durante 45-50 minutos o hasta que la mezcla esté cocinada.
Ten en cuenta que al quedar la mayor parte de crema de queso en el centro, este
no estará cuajado del todo, así que verifica la cocción en el bizcocho de
cacao. La crema de queso se cuajará y tomará textura sólida cuando se enfríe
del todo.
Al
día siguiente, monta nata con un poco de azúcar para coronar este delicioso y
contundente pastel de cacao. Remata el capricho con unas frambuesas salteadas
por todo el pastel, así como en cada porción que sirvas. ¡Se te van a saltar
las lágrimas del gusto!
Qué pintazas! Increíble!!!!
ResponderEliminarBesos