¿Y si volvemos por un
momento a nuestras raíces? A esas recetas de toda la vida, con los productos
que nos da la tierra. Humildes pero llenos de sabor, y nutritivos a rabiar. No
hacen falta grandes elaboraciones. Esta, es una de esas recetas que hacen cierto
el refrán de “menos es más”. Es tan
sencillo como poner unas verduras a cocinar y dejar que saquen todo su
potencial. Eso sí, para apreciar este manjar tienes que ser un gran devoto de
las verduras y de la comida sana, como lo soy yo.
Un buen puchero canario
merece un lugar de honor en mi cocina, y en la de los canarios de buen comer.
Si, además, está acompañado de un buen escaldón de gofio, este plato se
convierte en una excusa perfecta para reunir a la familia.
¿Tú también quieres
reconectar con la cocina más tradicional y humilde de nuestra tierra? Entra en
mi cocina y déjate llevar por el olor del yerbahuerto en el escaldón de gofio.
INGREDIENTES (para dos
comensales):
- Un puñado de habichuelas
- 3 zanahorias
- 2 calabacines medianos
- Dos papas medianas
- Un buen trozo de calabaza
- Dos batatas amarillas pequeñas
- Un muslo de pollo
- Garbanzos (para dos raciones)
- Sal
- Pimentón ahumado
- Azafrán
- Aceite de oliva virgen
- Gofio para el escaldón
- Yerbahuerto
- Un par de ajos
ELABORACIÓN
Para preparar este plato
yo usé olla exprés, pero tú puedes usar tu caldero convencional.
También hay que decir que
en cada casa se prepara de manera diferente, con otras verduras o más cargado
de otras carnes. Por ejemplo, en casa de mi madre se le añade un trozo de col
y, además, carne de vaca y un trozo de costilla de cerdo. Yo, en mi
alimentación, suelo limitar el consumo de carne, y aquí he optado por poner tan
solo un muslo de pollo
También he visto que en
otras casas no se hace escaldón de gofio sino una pella hecha con gofio, agua y
azúcar. En este aspecto, yo soy más pragmático y prefiero un buen escaldón.
Vamos a disponer en la
olla todas las verduras peladas y a poder ser en pedazos grandes. Las
habichuelas apañadas en un hatillo, las papas en cuartos igual que las batatas,
y las zanahorias con un corte transversal. Los garbanzos, a remojo desde la
víspera, irán al fondo de la olla y el pollo en el centro. Los calabacines, si
son pequeños, ponlos enteros, así no se romperán mientras se guisa el puchero.
Por último, el trozo de calabaza. Estas dos verduras, al ser las más delicadas,
colócalas al en la parte de arriba de manera que puedas sacarlas sin romperlas
demasiado.
Acaba la preparación
cubriendo con agua las verduras y sazonando al gusto con sal, azafrán, pimentón
y un buen chorro de aceite de oliva.
Tapa la olla y cocina el
tiempo estimado según tu olla. La mia es superrapida y con esta receta me gusta
bajar el fuego a la mitad (4 de 9) para extraer bien todos los jugos y sabores
de la verdura y el pollo. Cuando esté el puchero preparado aparta el caldo para
el escaldón.
Para preparar el escaldón,
vierte dos tazas de caldo en un cazo y agrega la rama de yerbahuerto. Cuando
rompa a hervir, ve echando gofio y removiendo sin parar hasta que tome la
consistencia deseada, en mi caso, de una natilla.
Si quieres rematar la
faena, prepara un refrito de ajo y aceite en una sartén y corona el escaldón
con un extra de sabor.
Como verás, hay tantas
recetas de puchero como cocinas en el mundo. Yo te propongo esta. Si tú tienes
la tuya, compártela y hagamos de este plato un estandarte de nuestra
gastronomía popular.
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