Pocas veces hago galletas y
cuando las preparo, suelen ser de lo más sano posible. De hecho, si rebuscas
por mi cocina, las verás de avena o integrales, con poca mantequilla o manteca
animal, la cual sustituyo por aceites vegetales como de oliva o de semillas.
Pero hace poco una amiga mía me
invitó a comer unos galletones de chocolate cuya receta había visto en alguna
web y que no tenían nada que envidiar a las empaquetadas de la marca comercial
que todos conocemos (ricas, además, en grasa de palma).
Me puse a investigar y encontré
la receta en la web El Comidista y, salvo alguna variación en las escamas de
sal y cantidad de chocolate, me propuse prepararlas tal como indicaba para llevárselas
a mis compañeros de trabajo. La propuesta es bastante sencilla de preparar, eso
sí, necesita planificación previa ya que la masa requiere bastante tiempo de
reposo, para que los sabores se asienten y la mantequilla endurezca. Empecemos.
INGREDIENTES (para 15 galletas de
50 gr de peso cada una)
- 240 gr de harina normal
- Una cucharadita de bicarbonato
- Una cucharadita de levadura química
- Una cucharadita de sal
- 140 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 90 gr de azúcar blanco
- 75 gr de azúcar moreno o panela
- 1 huevo
- 200 gr de chocolate en pepitas o troceado
ELABORACIÓN:
Debes preparar la masa de
galletas con un par de días de antelación, ya que la mezcla debe reposar al
menos 24 horas en nevera y otras 12 horas tras el horneado (complicado, lo sé).
Sin este último reposo también estarán buenas pero el interior seguirá con
textura “abizcochada”. Yo las he preparado un par de veces y siempre están más
buenas al día siguiente.
Primero pesa la harina y mézclala
con la sal, bicarbonato y levadura química. Tamiza y reserva.
En un bol, y con ayuda de tus
varillas eléctricas o robot de cocina, bate la mantequilla con el azúcar hasta
que se forme una crema más o menos lisa y ligera. Agrega el huevo, sin dejar de
batir hasta que se integre, quedando una masa homogénea. Agrega la mezcla de
harina que teníamos reservada y las pepitas de chocolate y mezcla con una
espátula a mano, o con la pala de tu amasadora. Ten paciencia, al ser una masa
recia puede costar un poco más de la cuenta. Al final conseguirás una masa con
la textura de una plastilina blanda.
Mete la preparación en un recipiente que
llevarás a la nevera para dejarla reposar 24 ó 36 horas. Se va a convertir en
una pasta bastante dura, así que te recomiendo que el recipiente sea alargado,
como una bandeja o similar, para que puedas trabajar mejor la masa.
Pasado el tiempo de reposo,
precalienta el horno a 200ºC (la receta original manda 180ºC, pero mi horno
necesita más). Forma bolas de unos 50 gramos de peso y disponlas en la bandeja
de horno. Te saldrán unas 15-16 bolitas que tendrás que hornear en dos tandas,
ya que necesitan bastante espacio para expandirse mientras se cocinan. Hornea
unos 15-18 minutos o hasta que veas que se han expandido, la superficie esté
cuarteada y los bordes ligeramente tostados.
Si prefieres hacer más galletas pero
de menor tamaño, haz bolas de 30 gramos y déjalas cocinar menos tiempo.
Lo peor de todo es que te va a
resultar complicado aguantar 12 horas a que se atemperen y endurezcan por
completo… Esta receta la puedes tunear hasta el infinito, sustituyendo el
chocolate por frutos secos, especias o incluso fruta deshidratada o escarchada…
¡Deja volar la imaginación y reinventa mi propuesta!
mmmm me pido una!!!
ResponderEliminar¡¡Pues date prisa que quedan pocas!!jajaja!!!!Gracias por comentar y entrar a mi cocina.
ResponderEliminar