Hoy mi cocina se inunda de aromas
árabes con una mezcla de especias que hará una explosión de sabores en tu boca.
Así que si eres amante de lo exótico, esta es tu receta. A mí me gusta mucho
porque es socorrida y además, una manera diferente de tomar legumbres. Si haces
gran cantidad, puedes congelarlas sin enharinar y cuando te apetezcan, las
sacas del congelador, las pasas por harina y fríes en abundante aceite
caliente. En unos minutos tendrás una receta de diez por unos pocos euros.
Triunfarás.
INGREDIENTES para 8-10 unidades:
150 gr de garbanzos remojados en
agua durante 24-36 horas
150 gr de una mezcla al gusto de cebolla
ajo y puerro
100 gr de zanahoria
Harina en cantidad suficiente
para amasar
Un chorro de aceite de oliva o
girasol
Sal negra del Himalaya
Perejil picado
Mezcla de especias morunas o
curry al gusto
½ cucharadita de comino molido
Polvo de harissa (picante) al
gusto
Harina para rebozar
ELABORACIÓN:
Tritura los garbanzos en una
picadora eléctrica tipo 1,2,3 y
reserva. Yo usé mi Thermomix. Pica a mano las verduras lo más finamente que
puedas, ralla la zanahoria con el lado más fino de tu rallador y reserva.
Mezcla los garbanzos con las
verduras en un bol amplio y agrega las especias y el perejil picado. Guíate de
tu olfato, rectificando sobre la marcha. Incorpora el aceite de oliva y añade
harina hasta que la pasta se deje manejar para hacer bolitas que no se
desmenucen mucho. Yo añadí un par de
cucharadas. Deja reposar una hora en la nevera.
Haz bolas pequeñas del tamaño de
una nuez o, si te gustan más grandes, como una pelota de pin-pon, pero ten en
cuenta que si las haces demasiado grandes te resultará complicado manejarlas al
rebozarlas y moverlas en la sartén. Mételas en el congelador una hora o hasta
que endurezcan un poco.
Rebózalas en harina y fríelas en
abundante aceite. No podrás resistirte a probarlos recién fritos… ¡Te lo digo yo!
En esta ocasión, como ves en la
foto, acompañé el plato con unos bastones fritos de batata. Una delicatesen.
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